En el Real Club Nautico de Gran Canaria se ha dado un grave episodio de disciminación, aunque por suerte ya esta solucionado

   Este club, se negaba a conceder el “pase de novios” a las parejas del mismo sexo (un carné que permite a los socios acceder con su novio o novia a las instalaciones).
     La noticia salio a la luz al solicitar David Castellano, socio del club náutico desde hace varios años, dicho pase para su novio. Según ha contado, la persona que le recogió la documentación le advirtió de que iba a tener problemas “al tratarse de una pareja de chico y chico”. Y efectivamente así ha sido. El retientemente relegido presidente de la institución, Juan Marrero, se ha negado en rotundamente a conceder el pase. “Me reafirmo en mi decisión y no voy a decir nada más porque no quiero entrar en polémicas. Esta es la tradición del club”, ha declarado.

Por suerte, el Real Club Nautico de Gran Canaria ha rectificado y pedido disculpas por su "forma de comunicar su posición acerca de los pases de visita" para novios de homosexuales y ha anunciado que en adelante no hará distinciones relacionadas con la orientación sexual a la hora de concederlos.
 La junta directiva del Real Club Náutico de Gran Canaria reconoce que "ha existido una práctica, tradicionalmente aceptada, sobre los pases de visita que se extienden a solicitud de un socio" y explica que con ella se diferenciaba exclusivamente "el formato de dicho pase", ya que, "en todos los casos se extendían los pases solicitados, sin restricción alguna derivada de la orientación sexual". Sin embargo, los responsables del club han anunciado a continuación, y tras la polémica suscitada por la posición defendida por su presidente, que "a partir de esta fecha el sistema será idéntico para todos los pases".Además, la junta directiva de la institución ha manifestado que "asume el error en la forma de comunicar públicamente su posición acerca de estos pases de visita" y ha pedido "disculpas por ello a quienes se hayan sentido afectados".

Noticias como esta son las que ponen de manifiesto la necesidad de una legislación que evite de forma expresa las situaciones de discriminación.
Consolemonos pensando que ya tenemos un lugar menos donde clavar la banderita.